Queremos ayudarte a hacer de tu casa un hogar
6 tips básicos sobre cómo decorar paredes con cuadros
La etimología de la palabra hogar es increíblemente curiosa y contiene una gran belleza. El vocablo se deriva del término “focus” (en latín: lugar de la casa donde está la hoguera).
Tu casa es tu templo, el espacio donde despliegas tu intimidad, donde te relajas al final de la jornada laboral o, incluso, donde trabajas, donde toda la familia descansa, el sitio al que invitas y compartes con aquellos con los que te sientes cómod@, donde cocinas… Hacer de sus espacios y de sus paredes un entorno agradable es fundamental para potenciar las buenas sensaciones cuando la habitas. Es lo que en Fann llamamos “hacer hogar”.
La casa la hacen los albañiles, el hogar lo hacemos las personas que lo vivimos. Y para que una casa se convierta en hogar lo más importante es que tiene que ser un reflejo de ti.
Muebles, suelos, paredes… cuanto más a gusto te sientas con todo lo que te rodea, mucho más placentera será la vivencia de los espacios.
Los cuadros que lucen las paredes, esas fotos que elegimos para enmarcar y poner encima del mueble o del escritorio o las láminas que nos recuerdan a algo o nos transmiten sensaciones son una de las más importantes ventanas para evocar tus recuerdos, tus aspiraciones y tus gustos.
A veces lo tienes muy claro, tienes una lámina y quieres que luzca en una pared, pero necesitas un marco que la enfatice y la haga brillar con luz propia, otras tienes una pared y lo que necesitas es ayuda para decidir cómo usarla... Cada caso es un mundo. Y es en cualquiera de esos puntos en los que desde Fann nos gusta ayudarte con nuestros servicios en tienda y a través de este blog en el que hablamos sobre opciones, ideas, posibilidades, estilos y todo lo que necesitas saber para sacarle el máximo partido a tus pareces.
En el post de hoy queremos darte unas directrices generales sobre cómo abordar la decoración de una pared.
¿Vas a decorar una pared? Cómo colgar cuadros
Hay varios aspectos básicos que debes tener en cuenta para que el resultado final sea la “obra de arte” que dejará a todos con la boca abierta.
A continuación, te dejamos 6 tips básicos a tener en cuenta a la hora de tomar las decisiones:
- Equilibrio: a la hora de pensar en qué y cómo vas a colocar algo en una pared, lo primero que tienes que valorar es que el espacio entre lo ocupado y lo vacío sea equilibrado.
Está claro que en la variedad está el gusto y hay una amplia gama de matices entre el minimalismo y el rococó que pueden ser apuestas ganadoras también. Pero, ante la duda, una proporción entre las imágenes y la superficie es lo menos arriesgado (como mucho ocupar 2/3 de la pared).
Hay otros trucos más concretos que ayudan a conseguir también esta armonía, como que en una composición se evite dejar en el exterior de la misma los cuadros más pequeños o que cuando colguemos un solo cuadro esté un poco más alto que la vista de un adulto medio
(unos 180 centímetros desde el suelo puede estar bien, dependiendo de la altura de los techos, muebles, etc), pero de esto ya iremos hablando más profundamente en otros post (link al post de cómo colgar un cuadro).
- Color: comenzar a colgar cuadros sin pensar en el color puede acabar en una tragedia en technicolor. Decide bien lo que te apetece y si vas a generar una gama de colores procura que se lleven bien unos con otros y que el resultado no sea estridente. Si tu opción es monocroma tienes más fácil el conseguir ese toque de elegancia. Puedes jugar con los marcos y los paspartús para darle dinamismo y sensación de único.
- Atención al color de la pared: Una pared blanca es un “lienzo en blanco”,valga la analogía. En ella cualquier elemento se convierte en absoluto protagonista. Pero si tus paredes son de colores debes tenerlo en cuenta.
- Densidad: ¿Cuánto espacio de la pared ya hay ocupado por otros elementos (muebles, estanterías, adornos, vinilos…? Obsérvala y piensa en el tema del equilibrio del que hablábamos en el primer punto. El equilibrio no solo tiene que existir entre los cuadros sino también entre los cuadros y el resto de elementos.
- Composición: Tienes el espacio que quieres ocupar definido. La pregunta ahora es: ¿Un solo cuadro, dos, una composición de varios? La elección es tuya, pero piensa que si vas a hacer una composición el resultado final debe quedar como si fuera una única obra. Para ello hay muchos trucos que te contamos en nuestro post sobre cómo colgar los cuadros (link al post cómo colgar cuadros).
- Lugar: Elige la temática y los marcos siempre pensando en qué lugar de la casa estás. No es igual un cuadro para el salón que para el baño.
El qué lo decides tú, el cómo puedes ponerlo en manos de un experto para que te ayude si no lo tienes claro.
Desde Fann estaremos encantados de ayudarte y resolver todas tus dudas. Visítanos en cualquiera de nuestras tiendas y consúltanos.